Otitis y frío, cuida tus oídos

Seguramente todos hayamos oído alguna vez la palabra otitis. Oímos esta palabra y la relacionamos con el oído, pero… ¿en qué consiste?

La otitis no es más que una inflamación de oído, que en función de la parte que resulte afectada, bien el conducto externo o parte interna del oído, se le cataloga como otitis externa u otitis media.

Esta patología en invierno es más prevalente por el frío en el exterior y la diferencia de temperaturas entre unos ambientes y otros. Estos factores son los causantes de los resfriados y aumento de la mucosidad, pudiendo llegar a ocasionar infecciones, en el oído medio, acompañada de un dolor agudo e intenso, con sensación de taponamiento y pérdida de audición.

Si el dolor no remite en dos días será necesario el tratamiento con antibióticos en el caso de los niños y adultos. Este episodio es muy común en menores de 6 meses, teniendo que administrarles simplemente analgésicos. si la otitis empeora y deriva en otitis crónica pude llegar a ocasionar lesiones más graves como perforaciones timpánicas con supuraciones que se solucionarán mediante una cirugía.

Por todo ello, resulta de máxima importancia proteger los oídos del frío, bien con orejeras o gorro, mantenerlos secos y tener especialmente cuidado en el caso de catarros. Es importante hacer lavados nasales con suero fisiológico para eliminar en la medida de lo posible la mucosidad que pueda existir en la nariz.

Pese a ser más frecuente en invierno, no olvidar que también puede darse en verano por otros factores diferentes al frío. Es muy importante prestar atención a nuestros oídos, sus patologías son muy dolorosas.

Nos vemos