Protección ocular frente al sol

Hoy nuestra óptico-optometrista Izaskun nos habla de la importancia de tener una buena protección ocular frente al sol.

Aunque el verano es la época del año en la que más cuidado ponemos en la protección ocular frente al sol, no hay que descuidar el resto del año. Hay que tener en cuenta que durante el invierno, debido a una posición más baja del sol, la incidencia de los rayos es más molesta e incluso más nociva. Las peores horas del día son entre las 8:00 y las 10:00 de la mañana y las 14:00 y las 16:00 de la tarde.

La protección ocular en los niños es especialmente importante debido a que la transmitancia de los rayos ultravioleta, en estas edades es mayor que en la edad adulta pudiendo provocar en condiciones extremas lesiones en la córnea, cristalino e incluso retina. Es conveniente que las gafas sean curvadas para proteger los párpados y la piel de alrededor de los ojos, así como evitar la reflexión de la luz cuando incide desde un ángulo de 135 a 150 grados por detrás de la persona con gafas planas. En estos casos, el tratamiento antirreflejante de la cara interna disminuye dicha reflexión. No olvides la gafa de sol en casa y si además la combinas con el uso de viseras o sobreros protegerás la cara de un posible envejecimiento prematuro de la piel e incluso de un cáncer de piel.

También podemos aumentar la ingesta de alimentos que minimizan estos efectos, tal como nos recomienda Inma, responsable de nuestro departamento de lentes de contacto y experta en nutrición.

La Oms (Organización Mundial de la Salud) estima que por lo menos 3 millones de casos de cataratas anuales son debidos a la exposición ultravioleta.

Así que, si estás buscando alguna protección solar ingerible, añade a tu próxima lista de la compra los siguientes alimentos.

Frutas y frutos rojos

Zanahoria, tomate, fresas, arándanos, contienen alta cantidad de provitamina A (caróteno), que son muy recomendables en personas propensas a padecer problemas oculares, piel seca y escamosa e infecciones respiratorias.

Frutos y vegetales frescos

Naranjas, pomelos, mandarinas, kiwis, son frutas que contienen gran cantidad de ácido ascórbico (vitamina C) que actúan como antioxidantes y participa también en la asimilación de ciertos aminoácidos, ácido fólico y hierro.

Cereales, frutos secos, vegetales de hoja verde y aceites vegetales

Como la oliva, girasol, soja o maíz con propiedades antioxidantes, evitan que se oxiden las membranas celulales, ayudando a una buena nutrición y regeneración de tejidos.

¿Qué os parece? ¿Nos cuidamos un poco mas con estos consejillos?

Nos vemos pronto.